lunes, 5 de septiembre de 2022

RECHAZO, ... voz de una Nación

Son miles los comentaristas y millones en Chile los que han expresado su opinión frente a la Proposición de Nueva Constitución para Chile, trabajo realizado por 155 Convencionalistas elegidos quienes elaboraron durante un año el documento que se ha rechazado por la ciudadanía el día de ayer. 

El Gobierno de Chile liderado por el Ejecutivo, instaló errores y defendió errores insalvables en la "difusión comunicacional" de este documento rechazado. Arriesgó capital político y también su debilitado prestigio en un experimento con claros vicios de origen, basado solamente en la  equivocada confianza de que un sector tenía el dominio y la potestad de la verdad, por ende que ese sector conocía con certera convicción las necesidades de la ciudadanía. Prueba de lo anterior, es la arrogante superioridad en la Escala de Valores  y la negación a la Autocrítica aplicada en el trabajo gubernamental, denostando a todos los que no comparten esos mismos valores formativos y despreciando a quienes con buena intención manifiestan equívocos.        

Es innegablemente histórico y relevante lo que ha ocurrido con esta manifestación popular. Sobre 13 millones de chilenos han ejercido el derecho cívico de opinar en la urna, circunstancia que nunca antes superó los 9 millones de sufragios. Favoreció el alza del escrutinio la georreferenciación (el acercamiento de los votantes desde sus domicilios a los locales de votación), la obligatoriedad (que siempre a nivel político es un arma de doble filo), y el precedente electoral (plebiscito de entrada, elección presidencial) que en esta ocasión impulsó a los votantes de mayor edad a participar con su voto y opinión.

 Aproximadamente 8 millones de chilenos rechazaron la propuesta constitucional, lo que claramente no es atribución de ninguna tendencia política ni partido político. La lectura ciudadana corresponde exclusivamente a dos factores que se desgranan en una serie de señales. Un  factor era el señalado previamente y se plasma en la frecuente prepotencia con superioridad frente a materias que implican la vida cotidiana de los habitantes del país. El segundo era el aborto de todo lo que oliera a derecha, o a lo establecido eliminando parte de los poderes del Estado y modificando con radicalidad aspectos fundamentales como la Salud y otros. Finalmente la lápida al Proyecto Constitucional estuvo en el obsesivo indigenismo, circunstancia que no es compatible en un país como el nuestro. En definitiva, lo sucedido es atribuible exclusivamente al Sentido Común.

La política en Chile cambió. La revolución tecnológica ha profundizado, ha educado, y ha informado con detalle todos los acontecimientos. Ha permitido y fundamentalmente ha medido a todos los personajes de la escena política. Por tanto, la gran mayoría en nuestro país conoce o sabe cuál es el valor de las instituciones políticas de nuestra nación. Está a la vista que un discurso, una entrevista, un suceso, promesas, mentiras, indefiniciones y tantas otras actitudes establecen una imagen y una opinión sobre cada persona. Todo lo anterior es un llamado a reflexionar y meditar que la lucidez en la ciudadanía está muchísimo más activa de la que: los extremos y radicales liderazgos, las cúpulas políticas, y los actores gubernamentales piensan. Esa es la gran tarea a futuro.

La invitación en nuestro país hoy es, a despojarnos del odio sectario, a entender que la nación tiene una historia que es de todos, a entender que las instituciones todas deben ser respetadas, que las reformas sin procesos serios generan violencia, que el progreso del país sólo se logra con inversión y trabajo, y que la voz ciudadana ha sido un grito a trabajar por la integración y reconocernos cada uno y todos como chilenos. Quizás ese es el camino de una verdadera Constitución para Chile.

martes, 9 de agosto de 2022

SEGURIDAD PÚBLICA, ... amenazada o sobrepasada?

Chile vive hoy una de las dificultades más complejas que puedan afectar a una Sociedad. La Seguridad Pública se desploma poco a poco, y ello debido a una multiplicidad de factores que desde una visión doméstica y ciudadana están afectando a los chilenos en su vida cotidiana. 

Basta echar una ojeada a los portales web de noticias, para hallar testimonios en ocasiones desgarradores que imploran justicia o demandan al cielo para que se haga algo. Robos de vehículos mediante portonazos, abordazos, encerronas; homicidios con características de ajustes de cuentas, robos frecuentes a personas en tránsito de sus pertenencias y en especial de celulares, robos en número importante a adultos mayores de su poco dinero. Todo lo anterior ha generado en la población, una sensación de vulnerabilidad que sin duda tiene asidero objetivo.

Iván Alvarado - Reuters

Si usted lee este post, le aseguro que algo compartirá de lo mencionado pues la evidencia está en todos los ámbitos de nuestros entornos. No obstante todo lo anterior, es de relevancia analizar brevemente algunos de los factores que originan estas circunstancias.

En primer lugar la Seguridad Pública en Chile está en manos del Ministerio del Interior. En los últimos años los movimientos sociales que han demandado mejoras, el estallido social de Octubre de 2019, los cambios a rutas políticas gubernamentales, los interminables desaciertos y otros factores menores, han generado que el Ministerio haya y esté enviando constantes señales de que el Derecho Humano es el horizonte mesiánico al que debemos mirar cuando se habla de seguridad. 

La Seguridad Pública es aplicada por las policías uniformadas y civil, Carabineros de Chile e Investigaciones de Chile respectivamente. Estas instituciones garantes de la seguridad de la población han sido despojadas de la confianza ciudadana producto de la falta de probidad de sus altos cargos de dirección, causas judiciales abiertas a la fecha cuyas sanciones punitivas no llegan transformándose en eternas postergaciones en la búsqueda de justicia. Sumado a la falta de probidad, se ha instalado la sensación de que Carabineros de Chile como institución, debe refundar sus protocolos y reformular sus principios en especial su actuación frente a actos de violencia, lo que ha resultado en una especial "sutileza" en el desarrollo de su trabajo, ello por temor a represalias que podrían llegar a la baja institucional como ha sucedido con algunos de sus funcionarios.

Si la mala fortuna encuentra a alguno de estos delincuentes y es apresado, es llevado ante la presencia de un tribunal que realiza un control de detención. A su vez, para dejar tras las rejas a ese ciudadano deben cumplirse una serie de procedimientos y presentación de pruebas, las que en la mayoría de los casos resulta en la libertad del inculpado. Es innecesario esforzar neuronas para entender que ese inculpado saldrá a la calle a continuar con sus fechorías 

La delincuencia ante la debilitación de las instituciones señaladas y las señales que bajan desde la autoridad, ha encontrado no solamente un nicho para realizar sus ilegales actividades sino que ha encontrado un escudo poderoso de impunidad. Pero la delincuencia cuando encuentra amplios sectores para delinquir, se ordena y se transforma en Crimen Organizado, y además atrae consigo a los Narcotraficantes y por defecto el acceso a armas de diverso calibre. Prueba de ello es la aparición de nuevas formas de delito como el sicariato, la toma de territorios y poblaciones, la corrupción del sistema, el alza de consumo de drogas, el secuestro, el tráfico de armas, la trata de blancas, etc.  

Importante es señalar que este fenómeno de aumento de la delincuencia en Chile, está también fundamentalmente radicado en los cambios a la idiosincracia chilena, que ha sido penetrada por otras extranjeras producto de la exponencial inmigración que ha llegado al país. Recordemos que América Latina es el principal proveedor de droga a nivel mundial, y que las fronteras chilenas en la últimas décadas más en los últimos años han aplicado de todo menos rigurosidad.

El error ha sido y es, debilitar también denostar a la autoridad y a las instituciones garantes de la protección, queda nada más esperar que la amenaza delictual se mantenga a distancia de nuestras familias.