El alcohol (etílico) ... tan exquisito brebaje que deriva de la fermentación vegetal y que nos lleva a compartir, desinhibir, y sentirnos relajados, generalmente en momentos de distracción. Pero el alcohol como toda droga, genera dependencia y son no pocos los que caen en su adicción. Quisiera compartir mi pensamiento sobre este tema y reflexionar sobre sus consecuencias.
En lo propio, puedo manifestar que algunos de los pasajes más desagradables de mi infancia los viví precisamente por esta causa. Es desafortunado a mi juicio contar con alguien en la familia que: o bien sea adicto, o bien desconozca su propio límite para llegar a la ebriedad. Quien bebe sin responsabilidad, olvida el respeto y la consideración por su familia y en gran medida por los demás. Grabado a fuego tengo la imagen de aquel familiar directo mío, cuya rehabilitación le costó una paliza y la humillación más grande que pueda sufrir un ser humano, en ese contexto entiendo la frase acuñada que dice “el alcohol primero te degrada y luego te mata”.
Hace un tiempo y producto de un reportaje televisivo sobre chicas rusas que buscaban pareja en occidente, se señalaba indirectamente por parte de la gran mayoría de las mujeres, el deseo de conocer un varón que no bebiera pues era natural en aquellos lugares que los hombres se “emborracharan”, más aún si la frecuencia era importante. En la actualidad en nuestra sociedad chilena, estudios sobre el particular aplicados a los jóvenes son alarmantes, y llaman a los protagonistas del sistema a tomar una actitud preventiva y de apoyo ante esta situación. Me consta que cada vez, pues los veo los fines de semana, son más y más la cantidad de niños jóvenes los que por “carretear” y a mi juicio, fundamentalmente por escapar de sus carencias tanto afectivas como de proyección, beben y beben sin medida hasta sentirse “bien” según ellos ... veo también, cómo venden todo lo que está a su alcance para lograr una botella que se comparte y que al parecer cada vez más deja con sabor a poco.
No por casualidad existen muchísimas más botillerías que farmacias ... y aumentan, eso sin contar todos los negocios clandestinos que proliferan también en las poblaciones y que son cada vez más.
Sin duda es exquisito un buen trago ... pero también un buen cigarro, un buen plato, una buena conversación, una buena compañía, etc ... disfrutar la vida y sus placeres tiene también su condición armónica ... el tema es que lograr el equilibrio, no todos estamos dispuestos al parecer a intentarlo...
En lo propio, puedo manifestar que algunos de los pasajes más desagradables de mi infancia los viví precisamente por esta causa. Es desafortunado a mi juicio contar con alguien en la familia que: o bien sea adicto, o bien desconozca su propio límite para llegar a la ebriedad. Quien bebe sin responsabilidad, olvida el respeto y la consideración por su familia y en gran medida por los demás. Grabado a fuego tengo la imagen de aquel familiar directo mío, cuya rehabilitación le costó una paliza y la humillación más grande que pueda sufrir un ser humano, en ese contexto entiendo la frase acuñada que dice “el alcohol primero te degrada y luego te mata”.
Hace un tiempo y producto de un reportaje televisivo sobre chicas rusas que buscaban pareja en occidente, se señalaba indirectamente por parte de la gran mayoría de las mujeres, el deseo de conocer un varón que no bebiera pues era natural en aquellos lugares que los hombres se “emborracharan”, más aún si la frecuencia era importante. En la actualidad en nuestra sociedad chilena, estudios sobre el particular aplicados a los jóvenes son alarmantes, y llaman a los protagonistas del sistema a tomar una actitud preventiva y de apoyo ante esta situación. Me consta que cada vez, pues los veo los fines de semana, son más y más la cantidad de niños jóvenes los que por “carretear” y a mi juicio, fundamentalmente por escapar de sus carencias tanto afectivas como de proyección, beben y beben sin medida hasta sentirse “bien” según ellos ... veo también, cómo venden todo lo que está a su alcance para lograr una botella que se comparte y que al parecer cada vez más deja con sabor a poco.
No por casualidad existen muchísimas más botillerías que farmacias ... y aumentan, eso sin contar todos los negocios clandestinos que proliferan también en las poblaciones y que son cada vez más.
Sin duda es exquisito un buen trago ... pero también un buen cigarro, un buen plato, una buena conversación, una buena compañía, etc ... disfrutar la vida y sus placeres tiene también su condición armónica ... el tema es que lograr el equilibrio, no todos estamos dispuestos al parecer a intentarlo...