“la Tesorera se llevó
el dinero de los niños”; “el Tesorero desapareció con la plata del curso”,
ambos comentarios que sin duda son fuertes e impactantes, se suceden no de
modo frecuente pero sí en más de una ocasión en los colegios, especialmente cuando
se viene el fin de año y cuando se generan entonces, diversas actividades que
coronan los esfuerzos de los niños, con ello premiando un año de estudios y la
superación del grado educacional. Episodios como el señalado, son dolorosos
para el grupo de estudiantes y padres, pues en muchas ocasiones se convierte en la
frustración a un cúmulo de buenas intenciones, ideas y tareas que se
sustentan precisamente en los fondos que se reúnen con tanto esmero (también sacrificio) y que
provienen del bolsillo de cada uno. En un comienzo las actitudes irritadas,
groseras y de malos tratos, apuntan incluso al alumno hijo de quien es
depositario de los dineros, … pero cómo se llega a este escenario?.
En todos los colegios y
mensualmente pues así está normado, las reuniones de padres y apoderados se
realizan con la finalidad de informar avances pedagógicos, discutir temas
relacionados a la formación valórica y social, debatir problemáticas
de cada grupo curso en particular, e informarse sobre las actividades generales del establecimiento. Paralelo a esta actividad, la Ley señala la
necesidad de que cada colegio posea una Directiva de Padres y Apoderados,
quienes los representan y también los lideran, surgiendo ellos a su vez de las bases o grupos curso. Cada curso a su vez tiene una
directiva, la que a su vez debe estar conformada por una o un Presidente, un o
una Secretaria, y un o una Tesorera, a su vez es importante agregar que en
algunos establecimientos se suman a los anteriores algunos llamados Directores apoderados de algunas Áreas que pueden ser Deportes, Artes, Recreación, etc.
La finalidad y el
espíritu de la Ley al obligar la conformación de una Directiva de Padres, es la
de lograr una participación más interactiva de los apoderados en las tareas
propias del colegio y por ende del grupo curso, pero apuntando siempre a la
líneas directrices del Proyecto Educativo de cada establecimiento, cuyo
proyecto vale señalar no siempre es similar al de otro colegio. Esta figura
resulta como base entonces para la conformación y elección de los representantes
de los Padres ante el Consejo Escolar de cada colegio que a su vez está constituído por todos los estamentos
(profesores, alumnos, dirección, padres, y en el caso que corresponda
sostenedor).
Pero volvamos al tema
de los tesoreros de curso. Es significativa y categóricamente loable la
iniciativa de que los padres propongan proyectos propios y alguna iniciativa
financiada con recursos propios para el fin de año de los niños. Esto se da con
mayor relevancia cuando los niños se gradúan de Octavo Básico y también licencian
de su Enseñanza Media. Esos eventos para los alumnos, quedan grabados a fuego en
la memoria y se llevan en el recuerdo durante toda la vida. Así entonces surgen
los paseos de fin de año, las fiestas de gala, los regalos, los reconocimientos
a los profesores, las muestras de afecto que nunca antes se hicieron tangibles,
y tantas otras circunstancias que se sustentan precisamente en el dinero
recaudado.
Los dirigentes de
padres y los tesoreros en la mayoría de los casos, surgen de iniciativas
voluntarias y es frecuente muchas veces, que ostenten experiencias anteriores
por tanto se empoderan (no sabiéndolo muchas veces) de un cargo que es sin duda de mayor complejidad
tratándose de dineros. Hecha la salvedad
anterior, cuando alguien señala con su dedo acusatorio y califica la
desaparición de los fondos como un robo, aquello no es tal. Robar o hurtar es
la acción de quitar ya sea por la fuerza, o por distracción, o bien contra obligación de pago. Los
dineros que se entregan a una persona, en esta figura son voluntarios y por
tanto se entrega en conjunto con los montos, el más valioso y el más costoso de los tesoros humanos, el depósito de la confianza. Ahora, que aquella confianza se fracture y con ella se disuelvan los dineros, a mi
juicio es solo consecuencia de los excesos de confianza (y también porqué no
decirlo de comodidad). La obligación de todos ante un tema tan relevante que
implica el éxito de una intención, proyecto o actividad, es la de trabajar,
colaborar, supervisar, y cotejar todos los aspectos en conjunto o en equipo
involucrando a todos.
Que alguien
desaparezca con dineros de todos como en este caso particular, puede siempre
hacerlo y no tendrá sanción legal sino solamente social y moral, dejando
expuestas a la familia y en particular a los hijos. En definitiva no es
saludable para la formación de un niño, vivir la vergüenza y comprender que su
padre o madre atenta y quiebra un valor tan relevante como es el de la
confianza de un grupo tan cercano de amigos y también de padres. Agreguemos a lo anterior lo mediático, pues no estarán ausentes los descriterios y
las actitudes primitivas de algunos para acusar a viva voz, o bien para
descalificar sin mayor miramiento. En consecuencia, los ambientes que se
suscitan en este contexto son definitivamente inapropiados, por tanto no se
debe jamás desatender un aspecto de tanta magnitud, más cuando en la actualidad
el bullying es caldo de cultivo en los colegios de todo el mundo.
No es intención de
estas letras justificar un hecho tan vergonzoso. No es también intención
degradar la loable tarea de los miles y miles de tesoreros y tesoreras de
curso, que velan y protegen los dineros, ... de ellos
mismos en primer lugar, de sus parejas, de las desafortunadas circunstancias,
pero fundamentalmente de la necesidad y de la oportunidad.
La solución a temas de
esta naturaleza es única y exclusivamente, informar frecuente y nítidamente de
los ingresos y los gastos, mostrar y demostrar ante los demás que los dineros
están a la vista de todos y además a buen resguardo, como factor humano se
deben presentar ante la asamblea de curso los antecedentes de gestiones
anteriores y demostrar de hecho que las intenciones son las de apoyar el proyecto
para los niños, no obstante lo anterior, siempre será relevante no solamente
oír al presidente sino siempre también al tesorero o tesorera para que se
exponga a preguntas y exponga también sobre la materia que le es inherente.
Los tiempos negados y
estrechos de cada reunión, favorecerán también la circunstancia de no informar.
Por tanto es obligación de cada padre y madre, cooperar con la tarea que todos
se propongan y colaborar para que nadie sufra caída en la ejecución del
cometido. No obstante si aún así sucediera, … la responsabilidad es de todos.
buenos dias,
ResponderBorrarsoy el tesorero del curso , tengo platas de cuotas pagadas el año 2016 y 2017 , este año repitieron o se fueron del colegio algunos alumnos, debo devolverles el dinero que pagaron como cuotas? porque me lo estan cobrando.
Lo que usted plantea es frecuente en Tesorerías de Padres y Apoderados que proyectan fondos con objetivos a largo plazo llámese graduación o licenciatura. Según señala, el caso es que los alumnos que abandonan el curso por la razón que sea, deben tener devolución de los fondos sean pocos y también muchos. No existe sustento alguno para que el Tesorero continúe la administración de esos dineros.
ResponderBorrarEl hecho objetivo es que corresponde la devolución y corresponde también le estén cobrando o exigiendo el dinero, pues aquellos alumnos y padres ya dejaron de pertenecer y compartir el proyecto al que el grupo curso aspira.