REFLEXIÓN, ... relevante en Chile?

En los ámbitos humanos (no en la generalidad) se dice que espiritualidad es la manera de superponer al ego, y así reconocer que ese ego requiere de una energía superior para dirigir nuestra voluntad. Las diversas religiones y sus dogmas, se desarrollan entonces en nuestras sociedades en mayor o menor amplitud. Lo claro e innegable entonces, es que existe un reconocimiento mayoritario de la población a una deidad que es intangible y que aplaca, amaina y sosiega los diversos estados angustiosos y de aflicción de las personas, asunto no menor si consideramos los altos porcentajes de la población que sufre la desorientación y presiones ejercidas, producto de las dificultades tanto cotidianas, como eventuales y también de gravedad mayor.

Tratándose de un asunto complejo de discutir, en orden a la diversidad de posturas religiosas existentes, solo quisiera referirme a una situación que atañe a la decisión del canal abierto de televisión de la Pontificia Universidad Católica (canal 13), y que dice relación con la renuncia del Rector de la Universidad Alberto Hurtado, sacerdote Fernando Montes, a su participación en el segmento de tres minutos llamado “Pan en tu Camino” que se emitía diariamente posterior al noticiario de mediodía y al cierre de las transmisiones en la madrugada. El alejamiento del sacerdote, según sus propios argumentos, está fundamentado en la resolución por parte de los ejecutivos de la emisora televisiva, de la cancelación del espacio al mediodía solo dejando el de trasnoche en la parrilla programática para el año 2011.

El espacio en cuestión, invita a la reflexión sobre diversas situaciones de contingencia analizándolas desde la perspectiva del Evangelio. En lo personal me agrada oír pensamientos y reflexiones, pues admito las religiones y creencias, primero son dignas de respeto, y segundo, permiten aprender sobre lo intangible y sobre lo cual poco o nada conozco. Así entonces, lo expresado por Montes en su despedida de mediodía este Miércoles recién pasado llama profundamente mi atención, pues dice: "Lamento que mientras se dedican horas a la farándula, al deporte o a los reality, que muestran a seres humanos como animales enjaulados para satisfacer la curiosidad del público, no haya unos minutos en momentos estelares para un mensaje que oriente la vida del pueblo chileno", también lapidando su intervención dice: “se me informó que este mensaje sólo podría transmitirse a la hora del cierre, y a esa hora de la noche, probablemente, usted no me podrá escuchar".

Concuerdo absolutamente con Montes, y lamento también se nos despoje de palabras que apuntan precisamente a la reflexión. No creo sea necesario tener condición católica para escuchar pensamientos que invitan al encuentro con la espiritualidad que cada uno lleva. Me queda la sensación de que cada día es más importante subordinar la orfandad y el abandono a lo irrelevante y pasajero, que buscar la comunión del pensamiento en los medios de llegada masiva.