Es posible tener condiciones de igualdad frente a la educación?, es posible contar con los mismos recursos frente a una oferta laboral?, la igualdad de oportunidades es una quimera que en los últimos tiempos ha sido muy utilizada como bandera electoral, ocurriendo de modo exactamente similar con el discurso de la erradicación de la pobreza.
Supongamos que en este momento alguna universidad titula a 50 ingenieros civiles (nunca son tantos pues generalmente una carrera de esa envergadura deja en el camino académico a un 60% aproximado), y que una gran empresa transnacional ofrece un puesto de trabajo que requiere de los conocimientos profesionales de un ingeniero civil. La oficina de Recursos Humanos de la empresa seguramente llamará a concursar el cargo y realizará las entrevistas y los exámenes que correspondan al marco de las necesidades. Lo trascendente es que solo uno y no los 50 tomarán la vacante ofrecida. En consecuencia, podemos llamar equidad o igualdad de oportunidades a este ejemplo?. Lo único cierto es que todos poseen el mismo título profesional, pero innegablemente tienen entre ellos diferencias que podrán ser muy profundas, y que pueden ir desde los orígenes, pasando por los criterios, y terminando en las actitudes (omitiendo la presencia).
La igualdad de oportunidades la brindan todos los factores humanos existentes y está presente desde la cuna. Sucede que la igualdad se sitúa para cada uno en su dimensión y en concordancia fundamentalmente con sus propios aspectos socioeconómicos.
Quien nazca en un sector rural tendrá igualdad de oportunidad solamente con los que nazcan en similares condiciones. Por tanto, ofrecer igualdad de oportunidades para quien nazca en una clínica privada y también para quien nace en indigencia, es instalar en el colectivo una demagogia descarada. Aplicable también a lo anterior, la educación, el trabajo, la salud, el entorno, etc.
La igualdad y la equidad son en definitiva aspiraciones humanas intrínsecas. Son también factores de equilibrio integral a toda actividad y actitud propia de cada uno. Por tanto, no podemos ofrecerlas como producto o como un bien al que se puede acceder en el mercado, es como si pudiésemos comprar afecto o decir que el afecto lo mejorará el Estado mediante políticas públicas.
Quiero entender que lo que se busca es armonizar diferencias. Porque las diferencias están presentes en lo cotidiano y en todo, ... y siempre existirán, ... o no?
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