Hoy en mi caminata de mañana (muy saludable por demás) y con destino a mi trabajo, notaba que a diferencia de otros días la gente se detenía con especial atención a mirar las portadas de los diarios, que a temprana hora los kioskos del centro dejan en las veredas para que los transeúntes del Paseo Ahumada como yo, echen las ojeadas que correspondan y si se sienten impulsados adquieran el ejemplar que les llame la atención …
En esta oportunidad dos diarios (la cuarta y las ultimas noticias) destacan en sus portadas la vida personal, de una dama casada con un famoso futbolista ex delantero de Colo-Colo, de cuya mujer se vierten epítetos y juicios que no voy a comentar. A su vez la línea editorial de estos medios es notorio apuntan al exacerbamiento y al morbo, cuestión que desafortunadamente cada día se hace más "natural" en lo cotidiano. Escucho que uno de los transeúntes emite calificativos de bajo nivel (al respecto del titular), … en el camino a otros les oigo comentar también sobre lo mismo, … en el ascensor también el tema es comentar la vida privada de aquella mujer que señalaba hace un momento, … y reflexiono en cuánta dignidad tenemos y proyectamos en nuestro entorno. No discutiré como dije nada sobre el asunto específicamente hablando, … si discutiré el hecho de tener o no la dignidad como para permitirme comentar, publicar o alzar mi voz sobre cuestiones tan personales, … a mi juicio lo que hagamos con nuestra vida privada es propio e inalienable a cada cual a la vez que intransable, indistintamente sean personajes públicos o mi vecino o un conocido.
Hace mucho tiempo se discute sobre dónde está la frontera entre lo público y lo privado, pero a mi juicio más allá de delinear esa frontera es necesario conocer la calidad de la dignidad de nuestra sociedad. Coincidentemente, hace unos días en la mesa y con mis hijos, discutíamos sobre la identidad sexual de algún cantante, la vida desordenada de un personaje público y la identidad sexual también de una autoridad, el debate fue bastante interesante pues aparecieron en la discusión también los personajes que jamás exponen su vida privada en los medios, nótese que esto es rechazando ofertas muchas veces millonarias para lograr divulgar lo que analizamos. En esa conversación concluímos era relevante primero contar con una actitud consecuente de nuestros actos (en especial el comentario propio de nuestros actos), segundo a nadie le importan aquellos actos, y tercero lo importante es como te ven o como te proyectas y que dejarás como historial en tu paso terreno por este maravilloso mundo.
En términos de opinión, el artículo sobre la dignidad humana más preciso, analítico e histórico en la red (según yo y puedo estar equivocado), señala que “la dignidad del hombre radica en su valía, cuya toma de conciencia dispone a una actitud que pide respetar ese valer. Vista así, la dignidad adquiere un significado distinto según qué sea lo que el hombre valore de su ser. Y esto está influido fuertemente por la cultura en que se viva”. Entiendo entonces como dignidad, el valor intrínseco de cada uno, que otorga un plus a quien la posee y cuya condición pareciera tan difícil de hallar o percibir. Finalmente pienso en la dignidad y su transversalidad, … que define nuestro actuar, nuestra manera de pensar, nuestra manera de decidir que diremos, y nuestra modo de proyectar nuestras vidas a lo mediático que es nuestro entorno.
Cuán valioso es finalmente tener la posibilidad envidiable de poseer DIGNIDAD, … aspiro a ella …
En esta oportunidad dos diarios (la cuarta y las ultimas noticias) destacan en sus portadas la vida personal, de una dama casada con un famoso futbolista ex delantero de Colo-Colo, de cuya mujer se vierten epítetos y juicios que no voy a comentar. A su vez la línea editorial de estos medios es notorio apuntan al exacerbamiento y al morbo, cuestión que desafortunadamente cada día se hace más "natural" en lo cotidiano. Escucho que uno de los transeúntes emite calificativos de bajo nivel (al respecto del titular), … en el camino a otros les oigo comentar también sobre lo mismo, … en el ascensor también el tema es comentar la vida privada de aquella mujer que señalaba hace un momento, … y reflexiono en cuánta dignidad tenemos y proyectamos en nuestro entorno. No discutiré como dije nada sobre el asunto específicamente hablando, … si discutiré el hecho de tener o no la dignidad como para permitirme comentar, publicar o alzar mi voz sobre cuestiones tan personales, … a mi juicio lo que hagamos con nuestra vida privada es propio e inalienable a cada cual a la vez que intransable, indistintamente sean personajes públicos o mi vecino o un conocido.
Hace mucho tiempo se discute sobre dónde está la frontera entre lo público y lo privado, pero a mi juicio más allá de delinear esa frontera es necesario conocer la calidad de la dignidad de nuestra sociedad. Coincidentemente, hace unos días en la mesa y con mis hijos, discutíamos sobre la identidad sexual de algún cantante, la vida desordenada de un personaje público y la identidad sexual también de una autoridad, el debate fue bastante interesante pues aparecieron en la discusión también los personajes que jamás exponen su vida privada en los medios, nótese que esto es rechazando ofertas muchas veces millonarias para lograr divulgar lo que analizamos. En esa conversación concluímos era relevante primero contar con una actitud consecuente de nuestros actos (en especial el comentario propio de nuestros actos), segundo a nadie le importan aquellos actos, y tercero lo importante es como te ven o como te proyectas y que dejarás como historial en tu paso terreno por este maravilloso mundo.
En términos de opinión, el artículo sobre la dignidad humana más preciso, analítico e histórico en la red (según yo y puedo estar equivocado), señala que “la dignidad del hombre radica en su valía, cuya toma de conciencia dispone a una actitud que pide respetar ese valer. Vista así, la dignidad adquiere un significado distinto según qué sea lo que el hombre valore de su ser. Y esto está influido fuertemente por la cultura en que se viva”. Entiendo entonces como dignidad, el valor intrínseco de cada uno, que otorga un plus a quien la posee y cuya condición pareciera tan difícil de hallar o percibir. Finalmente pienso en la dignidad y su transversalidad, … que define nuestro actuar, nuestra manera de pensar, nuestra manera de decidir que diremos, y nuestra modo de proyectar nuestras vidas a lo mediático que es nuestro entorno.
Cuán valioso es finalmente tener la posibilidad envidiable de poseer DIGNIDAD, … aspiro a ella …
Dignidad.. Que fuerte me parece esta palabra... esencialmente porque igual que ud, estimado escritor, implica inmediatamente otros conceptos, como moral, valores, rectitud, consecuencia... y tantas otras... pero no me detengo en ello... más bien me quedo pensando en aquellos que segun muchos han perdido "su dignidad", pues han mentido, engañado, robado, estafado, prostituido.. tantas cosas que nos degradan.. y verdaderamente pienso...¿Por qué no he robado, engañado, defraudado, asesinado? Soy mujer, con principios y valores, pero mujer, ser humano, llena de pasiones , impulsos e instintos que a veces mi racionalidad no maneja.. por ende.. ¿Estoy realmente libre de robar, mentir, engañar? ¿Podría jurar por lo más sagrado que existe para mi que nunca cometeré tales delitos? A riesgo de parecer "malvada" o poco recta me digo a mi misma... "cuidate de juzgar", "procura no culpar" pues a pesar que siempre buscaré el camino más respetuoso para los demás y para mí.. sé que muchos han y hemos caído en situaciones no tan correctas. Esto último porque, como ya insinué antes, poseemos pasión y razón, y estas muchas veces no actúan armónicas.. nos domina una u otra característica. En tonces...cuando veo quien me miente descaradamente , o me roba, o hace daño, me ocurren dos cosas: intento la justicia y la verdad, pero también me pongo en su lugar.. ¿Qué habría hecho yo en las mismas circunstancias de tentación, de angustia quizás por una gran carestía, etc..? No me atrevo a responder con sólo una respuesta...
ResponderBorrarY no crea mi amigo, si asi me permite llamarle, que con esta reflexión soy una persona que disculpa toda la mezquindad y error humano, no.. sólo que opto por juzgar el acto, para asi reflexionar y aprender talvés con ello, pero jamás.. (intento al menos), juzgo a la persona y su dignidad...¿Cómo sabe? Quizás mañana, ud o yo.., o ambos, estamos en portada..
Como estudiante de periodismo, admito que esa barrera entre lo privado y lo público que tú has mencionados muy bien estudiada y todavía no se encuentra esa "línea exacta". Y dudo que se encuentre realmente... ya que no es algo tangible. Si bien es cierto que los personajes que denominamos "públicos" (como podrían ser políticos, gobernantes, etc) suelen ver disminuido su ámbito privado, no por ello pierden dignidad... Es difícil, especialmente en un mundo tan competitivo como el de hoy en donde, lamentablemente, lo que la gente busca es el morbo e incumbirse en la vida de los demás para olvidarse un poco de la propia. Pero creo que está en cada uno tener la habilidad de respetar la dignidad de los demás... Buen análisis en todo caso, lleva a reflexionar bastante.
ResponderBorrarLA DIGNIDAD...en realidad has tocado un tema controvertido de un valor explicito pero muy poco usado en estos tiempos en nuestra sociedad ...con respecto a lo que dicho repórte creo que han caido en lo mas bajo ventilando cosas que son muy privadas de dicha persona...y por lo demas quien es tan digno que arroje la 1° piedra, desde ´todos los tiempos es sabido lo buenos que somos para sacar la paja del ojo ajeno sin aun mirar el palo del ojo nuestro...creo que cada uno es digno en la medida que se lo propone.
ResponderBorrarun abrazo
Princesa
Dignidad para contigo mismo. Eres digno y merecedor en la misma medida en que seas feliz y actues de manera coherente con tus más íntimos deseos y sueños.
ResponderBorrarNo se es indigno, por que tu vecino o un periódico así lo indique. Se es indigno cuando te has fallado a ti mismo.
Vives por tí y para tí. No hay mayor dignidad que hacerte respetar a ti mismo, cuando luchas por lo que crees es tu VIDA.