viernes, 29 de enero de 2010

ACUSACIÓN, ... por ella soy culpable?


Acusación en contexto jurídico es la imputación de una falta o delito ante una autoridad tras una sanción y una pena. Fuera de aquello, … ¿cuántas veces o en cuántas circunstancias hemos sido acusados de esto o de aquello sin la más mínima oportunidad a la defensa?. Es muy frecuente y es casi cotidiano en la condición humana, hagamos alarde de la posesión de la verdad. Pero … somos dueños de la verdad si ella radica en la credibilidad y también en la confianza?. Entonces es lógico concluir que para algunos y los menos quizás seré creíble, y para la gran mayoría solo seré una voz en la inmensidad. Está demostrado que el grado de credibilidad es un aspecto propio a cada uno y que solo puede ser medido por quienes verdaderamente nos conocen y por el tiempo. Por tanto ellos solamente podrán determinar si somos confiables o no.
Mucho a diario se pierde y se despoja por acusaciones sin fundamento. En ocasiones disfrazadas con la piel del interés, y en ocasiones solamente por deporte o costumbre. En estos días alguien me expresaba: “y porqué abandonaste ese lugar?” -seguido agregó- “es porque hiciste algo malo?”. Sin responder guardé silencio y reflexioné en la pregunta y en el innecesario agregado, solo dije: “no he ido solamente”.
Tenemos la desafortunada tendencia a pensar que todo lo que ocurre es maligno, pero en consecuencia no lo es ni malo ni bueno … solo lo es. Por tanto si alguien levanta su dedo acusador, es porque se atribuye conocernos y de seguro lo hace convencido de que está solidarizando o colaborando con la verdad, para que ella “triunfe” como se les oye a menudo. Lo no contemplado es que la verdad solo lo es para quien tiene certeza de la suya, siendo aquella quizás muy dispar de la mía.
La verdad quién la tiene entonces si en el mundo existen credos que no comparten, religiones que profesan de modo diferente, ideologías que separan, tendencias que de todo buscan menos la integración, costumbres que radican en los principios valóricos de cada uno , culturas que nos parecen tan extrañas, grupos y sectas que herméticamente impiden la objeción, amigos que dejan de serlo cuando los intereses intervienen, … en definitva quién posee la verdad?.
Cuando la acusación busca el desprestigio es aberrante. Cuando la acusación es malintencionada pocas veces se distingue. Cuando la acusación es objetiva … solo la prueba tangible vale, pues la justicia lo señala, … la inocencia es solo hasta el momento en que se demuestra lo contrario. Mientras solo debemos guardar silencio.

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