sábado, 5 de febrero de 2011

MARCELO BIELSA, ... mí opinión

Observar el desplazamiento de un Ferrari (siendo ese un automóvil cuyo nombre por sí solo significa “palabras mayores”), es lógicamente una circunstancia de admiración y también de pensamientos encontrados, que pueden variar desde la intención de la posesión, hasta el desarrollo de la imaginación con eventos idílicos. Pero todos esos pensamientos se esfuman o DESGASTAN cuando la evaluación de los costos alternativos, como lo son la mantención, permisos y otros, dispersan y liquidan toda intención de adquirir -O TENER- un automóvil de esa naturaleza.

Así exactamente sucedió con el asunto Marcelo Bielsa en Chile. Lo interesante es que el fenómeno del “loco Bielsa”, transitó de la mano de varias circunstancias tanto propias y también ajenas, algunas de las cuales no estuvieron supeditadas a su propia contratación ni a los ámbitos de su incumbencia.

Como variables propias y como fue mencionado antes aquí, la inculcación de disciplina y rigurosidad en el trabajo, mostraron la altísima calidad de profesionalismo del rosarino mientras estuvo en Chile. También la sapiencia demostrada en sus charlas, realizadas en diferentes universidades chilenas lo mostraron como un personaje criterioso, hechos que sin duda elevaron aún más su simpatía y popularidad ciudadana. Entre las variables ajenas pero integradas al éxito del Director Técnico de la Selección Chilena, se encuentra la fundamental cual es la coyuntura de contar con jugadores de calidad en los momentos precisos. En este aspecto no olvidemos la cantidad de futbolistas chilenos que militan en el fútbol de elite hoy, y que no lograron contrataciones millonarias ni reconocimientos producto de participación en la selección para clasificatorias o eliminatorias a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, sino que aquello estuvo marcado por sus desempeños en clubes de origen y torneos internacionales.

Es lógico que en el contexto de las aspiraciones chilenas a sitios de relevancia en el concierto mundial del Fútbol, queramos contar con un técnico que brinde garantías de éxito, pero el costo es muy alto y los jugadores, y las circunstancias, y varios factores ya no son los mismos. Según algunos hoy, “Bielsa es el 5º mejor Director Técnico del Mundo”, razón suficiente para retenerlo a como dé lugar, justificando así su permanencia al mando de la Selección Chilena, cuyo valor alcanzó (hasta ayer) la no despreciable cifra de 120 millones de pesos chilenos (2,4 millones de dólares) al mes por sus servicios. Es cierto que eso se paga -y tal vez más- en el medio futbolístico mundial, y eso es lo que vale, pero mucho de lo que vale está supeditado a la circunstancia, por tanto lo que vale hoy, puede mañana ser mucho más … o mucho menos.

En cuanto a los ámbitos de su incumbencia, es indiscutible que aquellos fueron sobrepasados en bastantes ocasiones con sus declaraciones públicas y conferencias de prensa, las que resultaron tanto inoportunas como desafortunadas. Siendo la de la “renuncia pública”, la muestra más clara de su apasionamiento incontenido, cuando acusa y responsabiliza a personajes e instituciones de su “obligada salida”. Esta a mi juicio, es la muestra más clara del apodo que Bielsa logró en Argentina, pues si bien posee excelentes virtudes personales, aquellas se obnubilan producto de su descontrolada pasión.

Conclusiones. Es importante reconocer que el fútbol chileno estaba –antes de Bielsa- en condición menos que mediocre, y hoy está en un nivel más que mediocre casi regular, pues falta mucho para llegar a ser “buenos”. Auténticamente todo se termina, también los procesos y los contratos. Finalmente, algunos en Chile -sino la mayoría-, olvidaron que Bielsa cometió bastantes errores y también que tuvo bastantes éxitos, lo que demuestra es primero HUMANO y muy posteriormente un REFERENTE.

1 comentario:

  1. Mira, tengo una opinión bastante tajante del tema en cuestión. Si bien el fútbol nacional vio el resplandor con el rosarino, lo reconozco hidalgamente, también a él se le pagó para que fuera así, a Chile no le hizo un favor, a él se le pagó y extremadamente bien, por sus cualidades, sus logros.

    Lo que no me gustó fue la cara de un Chile (no me sumo a la mayoría) doblegado, imposibilitado de contratar a otro, Bielsa pecó de arrogante, se endiosó y de eso no tiene la culpa, lo cebamos todos, el público, el clamor popular y con esto se dio el lujo de estirar el chicle más allá de sus mismas pretensiones quedando nosotros como los pobres huérfanos, eso no puede ser, habla mal de nosotros, de la poca confianza en salir del paso y buscar para nuestro fútbol otro horizonte más renovado. Acá hay un problema de lucas, si queremos subir hay que contratar lo mejor, hay que invertir y dejar de lloriqueos.

    saludos y muy buena editorial.

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