sábado, 19 de marzo de 2011

LA VOZ DEL PUEBLO, ... y sus soldados

El pasado 02 de Marzo el edil Jorge Gajardo García (PS) de la I. Municipalidad de La Florida (una de las comunas de la Región Metropolitana de Chile), presentó su dimisión al cargo mediante una carta expresando razones de salud que luego extraoficialmente se conocerían como cardiacas. Posteriormente el día 07 de Marzo en otra misiva renunció a la militancia de su partido político, manifestando escasa colaboración de sus pares señalando en lo medular que: “se me pidieron gestos, y accedí a muchos de ellos, pero nunca fueron suficientes. Siempre la crítica fue despiadada y las presiones por las cuotas de poder dentro del municipio jamás cesaron”, agregando: “no fueron pocas las ocasiones en que se dio el absurdo, que a fin de salvar votaciones relevantes de la gestión, fueran los concejales de la oposición los que terminaran prestando su apoyo. Si este no es el mundo al revés, un Alcalde socialista auxiliado por la derecha, yo no sé que más pueda serlo”. Se desprende en la interpretación de las palabras del edil una frustración mayor y un sentimiento de pesar por la escasa y casi nula colaboración de quienes lo apoyaron para acceder al sillón alcaldicio. Por consiguiente en los días sucesivos, tras la nominación de un nuevo alcalde para esa populosa comuna, se han dado circunstancias que han mostrado en toda su dimensión la vergonzosa calidad de la política, cuando se trata del acceso a cargos de relevancia ciudadana y la ostentación del poder.

Vale señalar que la renuncia o la circunstancia acéfala de un municipio durante el período de mandato (4 años) que resulta de la votación popular, debe ser resuelta por el Consejo Municipal (instancia integrada por el Alcalde y sus 10 Concejales), cuya situación en este caso solamente recae estrictamente en los Concejales de la citada comuna, así lo establece el aspecto normativo. Lo interesante de este asunto se encuentra en que esa decisión a su vez queda sujeta al cumplimiento de quórum (asistencia), y al acuerdo en la nominación, cuestión que a la fecha no ha sucedido. En el intertanto, se alzan voces de todos los sectores señalando que la representación popular y la elección del Alcalde debe corresponder y continuar en manos de igual tendencia política (Partido Socialista PS). Otros dicen que la sucesión alcaldicia debe resolverse solo entre los concejales, quedando ello supeditado a las capacidades del eventual elegido, relegando el partidismo a un segundo lugar. En este contexto no creo bajo ninguna circunstancia, que los floridanos sean mayoritariamente socialistas.

Este es un caso claro en el que la Voz del Pueblo es despojada de su eco. Está demostrado que la elección de Alcaldes resulta del reconocimiento del bagaje, aptitudes y simpatía por el personaje más que de su color político. A su vez, ningún otro cargo en Chile es considerado más cercano a la población que este precisamente, pues está estrechamente ligado con las necesidades inmediatas de los ciudadanos. Jorge Gajardo, entró en la arena política luego de muchos años de figuración televisiva en virtud de su calidad de actor. Sin duda su elección en las municipales 2008, estuvo marcada por esa imagen pública y su aparente “buena tela”. Es lógico entonces deducir que sus buenas intenciones se vieron amilanadas, limitadas y reducidas al mínimo, en el ejercicio de la función encomendada por los habitantes de la comuna. Eso lo enfermó, lo frustró y lo agotó, pues cuatro años deben ser una eternidad trabajando a diario con enemigos.

Lo negativo de este asunto, es que los habitantes de la comuna votaron mayoritariamente por una persona que no resistió las batallas cotidianas que implican una gestión compleja y poco afable como los es la de esta naturaleza. Lo positivo es que hagan lo que hagan para determinar quién será el nuevo edil, el pueblo observa, evalúa, califica y votará a fines de 2012 por otro SOLDADO mejor preparado que no morirá en la justa, y que enfrentará a todos sus enemigos hasta el final de su mandato. La voz del pueblo es sabia dice un adagio, y en lo personal me lo he demostrado no pocas veces. La historia dice que los pueblos, las naciones, los imperios, y hasta las civilizaciones: han florecido, han surgido, se han desarrollado, y han desaparecido cuando se ha alzado la voz del pueblo. Lo paradójico es que para que esa voz se exprese, siempre ha sucedido que muchos han sufrido y han hasta fallecido, sin ver con sus ojos como esa voz tenía la razón.

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