Admiración siempre me ha generado la Fórmula Uno, la incomparable belleza de sus autos, la habilidad y audacia de sus pilotos, los maravillosos paisajes entorno de sus pistas, los mejoramientos a nivel de ingeniería que derivados de sus análisis y estudios se logran para la industria automovilística, y por sobre todo … la velocidad. Todo admiración diría alguien, pero este asunto deja de ser idílico cuando pensamos en las dificultades que ella también posee. No está ajena a los escándalos, las disputas personales, tampoco a la ambición, la envidia, la codicia, el poder, y los anhelos legítimos de triunfo de cada uno de los equipos.
Más allá de lo accidental que es su fuerte, dentro de lo trascendente, hace un tiempo McLaren la escudería de las “Flechas de Plata” sufría la denuncia de un empleado despedido (estaba dolido y hasta amenazó seguramente), en cuanto a la utilización de planos de diseño e ingeniería motriz de Ferrari la escudería del “Cavallino Rampante”. Resultado, la millonaria multa de 50 millones de dólares que nótese eran 100 en principio.
Luego las noticias a mediados de este año, la que informaban que las principales escuderías conformarían su propia asociación de equipos de Fórmula Uno (FOTA), remecieron el ambiente y lo hicieron también entretenido fuera de las pistas. Nótese que para tener la Fórmula Uno en casa o ser local, se requiere de la inversión no menos despreciable cifra de 10 millones de libras aproximadamente. Al parecer el dinero abunda en esta área y la danza de billetes es mucho mayor de la que todos siquiera vislumbran.
Para variar, ahora se agrega el escándalo de la Renault cuyo piloto Nelson Piquet en el Gran Premio de Singapur el año pasado, estrelló y chocó su automóvil … intencionalmente. Gracias a la maravilla de Internet es posible seguir los acontecimientos de este escándalo con mucha nitidez. Lo importante finalmente es comprobar que en todos lados y en todo ámbito “se cuecen habas”, demostrando una vez más con ello de que la debilidad y la vulnerabilidad humana es y estará presente siempre donde exista alguien o algunos dispuestos a enrostrarla. Igual es entretenido.
Más allá de lo accidental que es su fuerte, dentro de lo trascendente, hace un tiempo McLaren la escudería de las “Flechas de Plata” sufría la denuncia de un empleado despedido (estaba dolido y hasta amenazó seguramente), en cuanto a la utilización de planos de diseño e ingeniería motriz de Ferrari la escudería del “Cavallino Rampante”. Resultado, la millonaria multa de 50 millones de dólares que nótese eran 100 en principio.
Luego las noticias a mediados de este año, la que informaban que las principales escuderías conformarían su propia asociación de equipos de Fórmula Uno (FOTA), remecieron el ambiente y lo hicieron también entretenido fuera de las pistas. Nótese que para tener la Fórmula Uno en casa o ser local, se requiere de la inversión no menos despreciable cifra de 10 millones de libras aproximadamente. Al parecer el dinero abunda en esta área y la danza de billetes es mucho mayor de la que todos siquiera vislumbran.
Para variar, ahora se agrega el escándalo de la Renault cuyo piloto Nelson Piquet en el Gran Premio de Singapur el año pasado, estrelló y chocó su automóvil … intencionalmente. Gracias a la maravilla de Internet es posible seguir los acontecimientos de este escándalo con mucha nitidez. Lo importante finalmente es comprobar que en todos lados y en todo ámbito “se cuecen habas”, demostrando una vez más con ello de que la debilidad y la vulnerabilidad humana es y estará presente siempre donde exista alguien o algunos dispuestos a enrostrarla. Igual es entretenido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
siempre será bienvenido su aporte y comentario, gracias por su opinión