lunes, 27 de noviembre de 2006

PREVENCIÓN, ... factor humano

Ayer Domingo veía en un programa del estupendo canal National Geografhic, el desastre causado hace unos años por el tren Inter City Express descarrilado en la localidad alemana de Eschede, lugar donde murieron 101 personas y cuyo reportaje analizaba las razones de la tragedia desde la perspectiva de las responsabilidades corporativas e individuales. Con mucho asombro los televidentes nos enterábamos de que en Alemania, las responsabilidades no podían atribuirse jurídicamente a las compañías o instituciones siendo aquellas asumidas por las personas naturales.
Lo importante de todo esto es que las conclusiones fundamentalmente apuntaban a la fatiga de materiales, en este caso a las ruedas de acero que en esos momentos n
o eran monoblock (completamente de acero), sino una pieza integral rodeada de una aro de acero más otros elementos constitutivos, los que necesariamente como todo lo tecnológico requería de un soporte (mantención) de alta calidad a cargo de ingenieros y de profesionales que finalmente no detectaron lo indetectable. Vale señalar que en estudios y análisis posteriores, las bitácoras de viaje del tren aludido contenían reclamos u observaciones de algunos pasajeros que habían notado cierto ruído inusual, proveniente precisamente del lugar de origen de la tragedia. Sin lugar a dudas la mayoría de los accidentes sino su totalidad, son responsabilidad de falla humana, en virtud de que las mantenciones o los cálculos de ingeniería no contemplan muchas veces todos los factores que sí deben considerar. Pero esto lo traigo a colación en virtud de un caso propio y chileno que vivimos en nuestro país en la actualidad y que muy pocos han detectado.
Hace aproximadamente 20 años o más fue inaugurada la línea 5 del METRO en nuestra capital, y por tanto el tráfico y su demanda fué sin duda calculado con standares muy diferentes a los actuales, cuando en los alrededores de esa línea ha aumentado signifi
cativamente la densidad de población y por ende la demanda por uso del tren referido. Pero porqué llama mi atención? … sucede que este tren tiene un tramo de aproximadamente 6 km en los que se desplaza en altura (viaducto) y sobre vigas prefabricadas de hormigón de 27 hasta 36 mt. de largo, las que reposan en pilares. Quienes usamos este medio de transporte hemos notado que su desplazamiento en ese tramo tiene en la actualidad el efecto “cuncuna”, producto de que el peso y el uso están revelando poco a poco a la fatiga de materiales de las vigas entre pilar y pilar. No quisiera profetizar lo evidente, pero nunca he visto a agentes inspectivos tomando algunas medidas u observando, como este declive que ya visualmente es bastante notorio, se va haciendo cada vez más y demasiado importante en términos de prevención … seguramente (espero no sea así) este tema espera una tragedia para sí entonces tener una solución … posterior, penosa y lamentable.

1 comentario:

  1. ups, buen punto eso de la NO MANTENCIÓN.
    La verdad que en este país el metro es uno de los ejemplos de la no mantención y lamentar sobre las lágrimas.
    Pero el metro de stgo. ha sido una de los lugares públicos que según mi humilde opinión, ha demostrado que si tienen una visión futura en varios aspectos, pero cierto, tal vez en publicidad y eso de cuidar imágen, pero quiero creer que piensan y pensaron en eso...
    Buen punto tu artículo, felicitaciones,
    Vic.

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