viernes, 20 de abril de 2007

CHOQUÉ, ... y nunca quise matar

Con algo de desazón oía hace un rato la entrevista radial al Prefecto de Carabineros de Antofagasta Comandante Vargas, quien respondía a interrogantes sobre el accidente carretero ocurrido el día de ayer a un centenar de km de aquella ciudad nortina, suceso en el que perdieron la vida 12 trabajadores y otros 28 quedaron lesionados pero sin riesgo vital. Reflexionaba en cuán leve es la frontera que nos separa a cada uno de la muerte, hoy estamos vivos … pero alguien puede asegurar mañana lo estemos?.
Varias circunstancias derivadas de las respuestas del uniformado me vinieron al recuerdo: una de ellas es su alcance en cuanto a la ayuda que recibieron los heridos y la solidaridad de algunos conductores que pasaban trasladándolos hasta Antofagasta, … en ese contexto y hace ya más de una década, recuerdo que una madrugada y de viaje a una ciudad del norte, quedé en panne (sin batería) cerca de Socos y recuerdo nadie, pero absolutamente nadie pasaba por el lugar. Luego de más de una hora en que pedí ayuda (haciendo señas) a un par de automovilistas, algunos buses que ni siquiera se detuvieron -los comprendo-, un camión se detuvo y luego de algunos amarres me “tiró” hasta Ovalle. Siempre voy a agradecer y admirar la voluntad gratuita de aquel camionero, quien asumiendo los peligros de la carretera, igual se detuvo inspirado seguramente en ese afán de ayudar que tan pocos aplican, y que muchos o la mayoría no materializan por temor a los riesgos.
Otra de las respuestas del Comandante que me hizo meditar, fue la que dio al hacer una análisis técnico del accidente en referencia, respuesta que hacía mención al lugar (una recta de 2000 mt), línea discontínua (permitía adelantamientos), el choque propiamente tal quizás causado por el sueño de alguno de los conductores (camión o bus), las responsabilidades penales que eventualmente pudieran existir y que quedaban sujetas a la propia investigación, y finalmente el llamado del Carabinero … a lograr que los conductores manejen con prudencia, evitando en especial la velocidad excesiva y también … a evitar la información mediante señas manuales o cambio de luces de la presencia de controles de Carabineros, así logrando que las velocidades y las faltas a las leyes del tránsito sean sancionadas para proteger tanto la vida de los conductores, como la de los pasajeros y transeúntes.
El periodista en algún momento preguntó nuevamente por responsabilidades, y en ese momento recordé como si fuera hoy, el choque en el que estuve involucrado años atrás, pasándome un disco Pare, los lesionados (heridos afortunadamente), mis hijos llorando, la tanta gente aparecida nunca sabré de dónde, los que querían agredirme, la señora que me ofreció agua, el chofer del microbús que impacté, la llegada a la comisaría, el test de alcoholemia que jamás lograron hacerme producto del paro de la salud pública, el parte por infracción que no tuve pues el propietario del microbús apeló solo al seguro y con los lesionados traté de asumir sus problemas con alguna clínica particular, el auto hecho pebre y todas las aristas (algunas dignas de otro post) de aquel suceso que jamás olvidaré. Pero lo fundamental de este recuerdo es la responsabilidad del conductor, … yo no quería y nunca quise chocar … comprendo que nadie asimismo quiere atropellar a nadie … nadie quiere matar a nadie …. pero hay cuestiones del destino que no están a nuestro alcance … y que por mucho intentemos explicar o analizar y hallar respuestas … ellas jamás se nos brindarán ...