miércoles, 6 de febrero de 2008

ASALTO Y ROBO, ... te ha ocurrido?

La experiencia extraña y atípica de haber sido asaltado, la ha vivido una parte importante de nuestra población aquí y en todo el mundo. Pero vivirla es demasiado diferente a leer sobre ella, es una experiencia frustrante, que deja un sabor enorme a impotencia y que llega en algunos casos a la frontera de la inestabilidad psicológica y va más allá. Quienes hemos sido asaltados, o bien, hemos sido víctimas de los intentos de robo, hemos visto ese rostro tan especial, tan desagradable, lo describiría también como poseído de quien nos roba o hace el intento.
Las aristas de este flagelo social existente por siempre, me llevan a la reflexión y a intentar desglosar esta situación desde la perspectiva de un ciudadano, que como todos, trabaja para sobrevivir y adquiere todo lo que lleva y posee, con el esfuerzo propio de sus propias capacidades. A diario alguien es asaltado y frecuentemente las mujeres, los niños y las personas de la tercera edad son quienes llevan las más abultadas estadísticas en este orden. En lo personal a mis hijos les han robado a la fecha aproximadamente 4 celulares a cada uno. Posterior al hecho los he visto choqueados, impotentes e irritados con la debilidad del sistema, especialmente en lo que a protección de las víctimas se refiere. En mi caso, recuerdo las dos oportunidades en que me han querido “quitar” el celular, una de ellas con patadas del grupo de adolescentes que no lograron su objetivo y otra en la que la reacción refleja evitó lo que era inevitable. Esto solo en el ámbito de los celulares, pero a diario desparecen autos, a alguien le roban la billetera, a un niño le roban sus zapatos y su mochila, algún hogar es asaltado, en fin … es a cada momento. Respeto en este contexto el pensamiento de quien me diga que soy pesimista, pero me encantaría leer algún argumento lógico, o alguna contraposición que me permita cambiar la visión personal que tengo sobre este asunto.
Siempre se menciona en los noticieros la necesidad de reducir la delincuencia y la débil gestión tanto de la justicia como de los encargados del orden por lograr soluciones que jamás llegan. Si bien el que roba comienza sus actos argumentando “la necesidad”, la facilidad y la sensación de injusticia reinante, lo hacen delinquir cada vez con más audacia y con más irreverencia. Por otra parte cada vez que aparecen los resultados de las encuestas atingentes al tema (las que frecuentemente entregan señales de que este es un problema social de relevancia absoluta), aparecen las voces del gobierno manifestando que “todo está bajo control, a su vez estamos muy preocupados y atendiendo la problemática con nuestra mayor dedicación”, también aparecen las autoridades uniformadas diciendo que las herramientas y los recursos disponibles son paupérrimos y que “se hacen los mejores esfuerzos y se trabaja para optimizarlos”, a su vez la ciudadanía escucha a los miembros del poder legislativo “muy preocupados por la deficiencia de las leyes”, en el otro sector, los jueces son señalados abiertamente por su “ineficiencia” basada en leyes que cada vez al parecer otorgan y otorgan y … otorgan (aunque sea majadero) más flexibilidad. Mientras leemos esto, más y más ciudadanos son atacados y violentados en su propiedad, y como víctimas sufren la desprotección y el abandono social, precisa sensación que provoca el hecho de que cada día sean más los hogares en nuestra nación que posean ventanas y puertas enrejadas que aún así no detendrán al o los violentos desquiciados que deseen entrar, cada día más hogares con sistemas de alarma ineficaces en la hora de responder pues el negocio de la seguridad es solamente “jocoso”, cada día más y más gente fracturada o contracturada producto de una defensa física que en términos de salud nadie avalará pues tendrá un costo que nunca está dentro de los presupuestos y siempre dentro de los imprevistos.
Considerando lo escrito, … quién protege a la víctima? … quién indemniza a la víctima? … quién ayuda a la víctima? … en la otra vereda, … la ley es aplicada verdaderamente? … ¡señores, el que roba y es sorprendido y es llevado a un tribunal y es condenado a lo que sea … volverá a robar!, así lo demuestran las conocidas estadísticas (para llorar) sobre la llamada rehabilitación, derecho inalienable de los delincuentes pero que generalmente les sobrepasa..
Mi conclusión es que como en todas dificultades sociales, es inexistente la organización social … pues todos los problemas sociales deberían ser demandados por la organización humana. Pero a su vez la organización requiere de la metodología de la estructura y para eso no estamos preparados, nadie nos ha instruído, nadie nos ha enseñado que las agrupaciones y las medidas que aquellas soliciten deben tener eco en las altas esferas y por tanto … aplicarse.
Específicamente, la delincuencia solamente puede ser atacada con rigurosidad estatal, policial, judicial y social … a su vez la rigurosidad tiene niveles, pues todos somos rigurosos en cierta medida… el problema es que al parecer estamos muy escasos de rigurosidad.

1 comentario:

  1. Desconozco la solucion para disminuir la delincuencia, pero si tengo claro que la justicia es clasista y quizas por ahi va el problema.
    Agrego a eso que muchas veces las victimas no denuncian el hecho por temor, falta de tiempo o porque saben que lograran cero resultado.
    Personalmente, fui victima del robo de un PC, impresora y mi celular. Como ciudadana, acudi a carabineros a realizar la denuncia. Posteriormente, me citaron de Investigaciones para recabar informacion. Esto sucedio un año atras y aun nada.
    Di todo por perdido.
    Maria Eugenia

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