Luego de ver a mi hijo y sus amigos en múltiples oportunidades jugar playstation, y , “matar” a sus contendores con una habilidad que dudosamente sería aplicada en la vida real, recuerdo que también en alguna ocasión les preguntaba si ellos dimensionaban lo que significa “matar”. Las respuestas fueron mayoritariamente: “solo es un juego”, pero yo insistí en que comprendieran mi interrogante, pues no estaba peguntando el contexto sino sobre el concepto “matar”. En ese momento el asunto pasó de una respuesta apresurada a una respuesta con fundamentos propios analizando, comprendiendo y entendiendo la complejidad de lo que les preguntaba.
Es increíble cómo y vertiginosamente ha cambiado el modo de “jugar”, y también de alguna manera la perspectiva de “matar”. Recuerdo (pues yo mismo los jugaba) en el àmbito de los juegos de consola los “Mario” y los “Donkey Kong” de Super Nintendo, juegos en los que los malos eran nítidos por su apariencia desagradable, pero eliminarlos más parecía una broma que un acto propiamente tal de asesinato.
Si bien los juegos de consola hoy traen su respectiva advertencia de edad y criterio para utilizarse, hay una manera muy especial de conceptualizar la vida por parte de los que juegan. Preguntaba entonces específicamente en aquella oportunidad: “si ustedes tuvieran un arma de verdad o conducieran un vehículo de verdad, dispararían o atropellarían a alguien solo porque sí … recordemos que toda persona tiene una familia, hijos, padres, hermanos, pareja, etc. Por tanto, creen ustedes que más que solo “matar”, están también generando una cadena de sucesos que seguramente ustedes no podrán detener?”.
En algunos estados de Norteamérica aún se aplica la pena de muerte. Para llegar a un dictamen de esa naturaleza, a su vez deben darse muchísimos factores que fundamenten la pena radical. Pero también eso significa que el culpable declarado, hizo o cometió sin duda uno o varios actos deleznables no solamente para la sociedad, sino en especial a la o a las familias de las víctimas.
En este tenor en los medios aparece el asesinato de un joven a manos de otro en la comuna de providencia antenoche Viernes, … cuàntas veces hemos sabido de niños adolescentes que disparan en un colegio contra otros niños porque al parecer es divertido o es parte de una misiòn, ... por algo en una ciudad inglesa se decretò el toque de queda solamente para los menores de 14 años, ... cuàntas veces hemos oìdo que los protagonistas de un hecho delictual solo tienen 17 años o menos?, ... la forma de relacionarse incluso con la sociedad al parecer no es armònica por parte de los adolescentes. Todo esto que señalo siempre considerando las honrosas excepciones de adolescentes que nada tienen que ver en este asunto, pero me refiero al àmbito de la generalidad.
Es increíble cómo y vertiginosamente ha cambiado el modo de “jugar”, y también de alguna manera la perspectiva de “matar”. Recuerdo (pues yo mismo los jugaba) en el àmbito de los juegos de consola los “Mario” y los “Donkey Kong” de Super Nintendo, juegos en los que los malos eran nítidos por su apariencia desagradable, pero eliminarlos más parecía una broma que un acto propiamente tal de asesinato.
Si bien los juegos de consola hoy traen su respectiva advertencia de edad y criterio para utilizarse, hay una manera muy especial de conceptualizar la vida por parte de los que juegan. Preguntaba entonces específicamente en aquella oportunidad: “si ustedes tuvieran un arma de verdad o conducieran un vehículo de verdad, dispararían o atropellarían a alguien solo porque sí … recordemos que toda persona tiene una familia, hijos, padres, hermanos, pareja, etc. Por tanto, creen ustedes que más que solo “matar”, están también generando una cadena de sucesos que seguramente ustedes no podrán detener?”.
En algunos estados de Norteamérica aún se aplica la pena de muerte. Para llegar a un dictamen de esa naturaleza, a su vez deben darse muchísimos factores que fundamenten la pena radical. Pero también eso significa que el culpable declarado, hizo o cometió sin duda uno o varios actos deleznables no solamente para la sociedad, sino en especial a la o a las familias de las víctimas.
En este tenor en los medios aparece el asesinato de un joven a manos de otro en la comuna de providencia antenoche Viernes, … cuàntas veces hemos sabido de niños adolescentes que disparan en un colegio contra otros niños porque al parecer es divertido o es parte de una misiòn, ... por algo en una ciudad inglesa se decretò el toque de queda solamente para los menores de 14 años, ... cuàntas veces hemos oìdo que los protagonistas de un hecho delictual solo tienen 17 años o menos?, ... la forma de relacionarse incluso con la sociedad al parecer no es armònica por parte de los adolescentes. Todo esto que señalo siempre considerando las honrosas excepciones de adolescentes que nada tienen que ver en este asunto, pero me refiero al àmbito de la generalidad.
Hay y existe, lo digo con mucha responsabilidad … una actitud tan agresiva e irreverente frente a este tema por parte de los jóvenes y de los adolescentes, que se hace urgente e importantísimo elevar los niveles de comunicación directa, cara a cara, y tambièn potenciar los currìculo formativos en la educaciòn, aquello para intentar entender: que la muerte de un ser humano, el daño al otro, y el atropello a los derechos del semejante ... es un dolor muchas veces imborrable y finalmente si alguien muere o es dañado es una tragedia para los seres queridos de la vìctima.
Es cierto, hoy en día los jovenes y niños se divierten con juegos donde tienes q matar, robar o ese tipo de cosas; de hecho hace un par d meses atras salió una noticia que unos ladrones se inspiraron en GTA para realizar un robo... quizas deveria estudiarse más el tema
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