sábado, 4 de julio de 2009

SOY LLORÓN, ... y nadie hizo justicia

La ira, el enojo, la envidia, la ambición, el resentimiento, los celos y hasta la molestia … todos estos sentimientos humanos generan actitudes violentas, premeditación, consecuencias de por vida y hasta resultados de muerte.
El 01 de Marzo del año 2001 y en un Jardín Infantil (guardería de niños y bebés) llamado “Güagüa Feliz”, los dueños del establecimiento, una pareja constituída por una parvularia y por su pareja un ciudadano argentino que ejercía labores de administración envea aquí el fallo en su integridad el local, cometieron uno de los crímenes más repudiables que existen en la historia de nuestro país. Sebastián Navarrete Valenzuela de seis meses, en su segundo día en el Jardín, fue asfixiado con una cinta adhesiva colocada en su boca y con premeditación, pues incluso en la cinta escribieron el texto “Soy Llorón”. A la fecha han pasado ocho años desde que sucedió este lamentable y doloroso suceso.
En el intertanto, la Justicia ha operado y ha buscado en tribunales una sentencia que finalmente castigue a los culpables de este delito. Han dictado su veredicto, Primero un Tribunal que sentenció, luego la Corte de Apelaciones que dispuso 540 días de cárcel, y finalmente la Corte Suprema que hace unos días ha resuelto en su fallo final de 500 días de Pena Remitida, esto significa la suspensión del cumplimiento de la sentencia y su discreta observación además de asistencia a los condenados por parte del organismo administrador de las sentencias (gendarmería)durante cierto tiempo. Resulta nítido que existió premeditación, pues la cinta no solamente se la colocaron al niño en la boca con lo que ello implica, sino que además se permitieron burlarse de algún modo de un bebé indefenso y además enfermo según los resultados de la investigación. Por tanto los inculpados de acuerdo con la sentencia final, jamás pasarán un solo día en la cárcel. Los padres de Sebastián a su vez, jamás podrán tener la sensación de justicia, y jamás nadie les devolverá la posibilidad de sentir que existen instancias de credibilidad en nuestro país.
Como conclusión una reflexión: … porqué cuando se acreditan las culpas … aún así existe la posibilidad de evadir la sanción?. Desde esta sencilla y humilde tribuna me adhiero al inmenso dolor y a la desgarradora impotencia de los padres de Sebastián y los insto igualmente a tener confianza … confianza en la única justicia verdadera, que seguramente a cada uno nos llegará y enfrentaremos ineludiblemente en su oportunidad. En cuanto a la Justicia que poseemos y que nos protege ... ya nada de lo que sentencie me sorprende.

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