miércoles, 10 de agosto de 2011

ENCAPUCHADOS, ... quiste de la demanda estudiantil

Calificados como violentistas, encapuchados, delincuentes, depredadores, etc., han sido denominados los grupos menores que en medio marchas y movilizaciones, atentan contra la propiedad pública y privada provocando desmanes y destruyendo todo cuanto se cruce a su paso, también enfrentando a las fuerzas de Carabineros, transformando los actos de mayoritaria manifestación social: en repudio ciudadano, vergüenza nacional, y favoreciendo solamente al Gobierno en su postura que a diario subestima y hasta desprecia la relevancia de la justa y legítima expresión.

Señores, la violencia que cada uno de ustedes ve hoy en las calles de nuestro país, es exactamente la misma que ha existido desde hace mucho tiempo al interior de las aulas: en los colegios, en los liceos, en los establecimientos educacionales, y que muchos de los especialistas en el mundo llaman “bullying”.

Las características del perfil "bullying" son precisamente la frustración, la prepotencia, la falta de respeto, la autosuperioridad, la debilitada formación, los escasos valores, agregados todos esos factores a la circunstancia y la oportunidad, todos esos aspectos resultan en las penosas situaciones de vandalismo y excesos que presenciamos. Ese joven que lanza piedras y destruye aprovecha la ocasión, pero es el producto y creación de un sistema social absolutamente inequitativo que se desborda en la cúpula y se asfixia en la base. Está despojado de principios pues cultivar valores es paleolítico para él. Está carente de afectos pues la disgregación familiar es cuestión más que común algo frecuente resultando ello incluso en altos niveles de drogadicción. Está cotidianamente expuesto a la impotencia familiar que le anuncia y advierte sus limitadas aspiraciones. En definitiva, ese joven está enquistado en un movimiento que le interpreta y que le brinda la ocasión también de manifestarse a su “especial modo”.

La calidad de la educación como demanda, exige la participación transversal de todos los entes responsables de la sociedad, pero hoy muchos sino la mayoría de ellos no comprenden el llamado y el grito silencioso de una necesidad urgente. No han entendido para nada que la solución está en el ADN de todos lo que implica una introspección, y ella es compleja cuando quienes tienen la primera voz, no saben oír, no saben interpretar, y no logran resolver la encrucijada.

3 comentarios:

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  2. Qué entiendes por educación pública y de calidad?

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  3. Por Educación Pública entiendo aquella que el Estado gestiona y cauciona, acorde a las políticas normativas jurídicamente hablando, cuando las existentes son las precisas. El problema contemporáneo (que es del Estado) radica en que las instancias, organismos, instituciones, etc., que el mismo Estado posee para su aplicación y supervisión, son débiles y en extremo flexibles, ... también burladas, abusadas y usuradas por un sistema práctico, que antojadiza y mezquinamente no le permiten una verdadera y óptima funcionalidad. Ello deriva entonces en fórmulas de Calidad imprecisas y que confunden finalmente a los actores y protagonistas del sistema educacional. Esto de modo resumido como fundamento medular, de un asunto que a su vez posee como consecuencia una multiplicidad de aristas desfavorables. A ello se debe concluyo y puntualmente, la sensación de desorden generalizado actual. .... mucho más hay como argumento.

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