Un ejemplo de entereza es esta joven nadadora que se ha convertido en la mejor exponente de esta disciplina a nivel sudamericano. Lo notable es que alejada de su familia que radica en Chile, vive en Córdoba Argentina con la familia y en casa de su entrenador Daniel Garimaldi de quien se dice: “fue entrenador de grandes nadadores argentinos como: Alicia Barrancos, Luís y Pablo Minelli, José Meolans y actualmente de Cecilia Biagioli en conjunto con la chilena Kristel Kobrick. También entrenador de varios equipos cordobeses, logrando treinta y tres Campeonatos Argentinos de primera categoría, reconocido entre sus pares con un perfil duro pero obsecuente en lo que quiere y ama”.
En esas manos y allí por tanto, nuestra compatriota cuenta con la infraestructura y los elementos necesarios para realizar el exigente entrenamiento, que le han permitido obtener los éxitos que ha lo
grado en la alta competencia. Hace un tiempo y luego de participar con elogios en el Mundial de Atletismo en Roma, Kristel Arianne Kobrich Schimpl dirigió sus pasos a Chile a encontrarse con su familia, y también a buscar patrocinios y financiamiento para continuar con este deporte. Nótese para concluír esta introducción, que por algo le han ofrecido la nacionalidad argentina.
Aquí hago un alto para expresar mi opinión al respecto de las políticas gubernamentales y privadas en orden a apoyar y desarrollar el deporte en Chile. Durante décadas hemos observado como los que triunfan en el deporte chileno, fundamentalmente tuvieron éxito porque sus familias les financiaron sus carreras deportivas. Recuerdo a Gert Weil lanzador de la Bala, en sus entrevistas manifestando siempre la precariedad del apoyo económico que recibía, y así también a tantos otros.
Hoy luego de tantos escándalos por corrupción en ChileDeportes, es plausible la decisión de invertir en infraestructura como se está haciendo, esto en el mejoramiento de los estadios, la construcción de multicanchas y la habilitación de reductos que permitan la práctica de más disciplinas deportivas. A su vez, falta muchísimo compromiso del sector privado (pues es escaso), para desarrollar aún más las aptitudes y habilidades de quienes deseen triunfar y de quienes solo desean practicar algún deporte.
El deporte es la llave para vencer los flagelos de la sociedad: desde el sedentarismo (1 de cada 10 chilenos hacen deporte), la obesidad y otros, pues sin duda ellos permitirían mejorar la calidad de vida de millones y reducirían los costos por enfermedades logrando una población más sana. Conclusión, las prioridades como siempre están en un rumbo equivocado.
grado en la alta competencia. Hace un tiempo y luego de participar con elogios en el Mundial de Atletismo en Roma, Kristel Arianne Kobrich Schimpl dirigió sus pasos a Chile a encontrarse con su familia, y también a buscar patrocinios y financiamiento para continuar con este deporte. Nótese para concluír esta introducción, que por algo le han ofrecido la nacionalidad argentina.Aquí hago un alto para expresar mi opinión al respecto de las políticas gubernamentales y privadas en orden a apoyar y desarrollar el deporte en Chile. Durante décadas hemos observado como los que triunfan en el deporte chileno, fundamentalmente tuvieron éxito porque sus familias les financiaron sus carreras deportivas. Recuerdo a Gert Weil lanzador de la Bala, en sus entrevistas manifestando siempre la precariedad del apoyo económico que recibía, y así también a tantos otros.
Hoy luego de tantos escándalos por corrupción en ChileDeportes, es plausible la decisión de invertir en infraestructura como se está haciendo, esto en el mejoramiento de los estadios, la construcción de multicanchas y la habilitación de reductos que permitan la práctica de más disciplinas deportivas. A su vez, falta muchísimo compromiso del sector privado (pues es escaso), para desarrollar aún más las aptitudes y habilidades de quienes deseen triunfar y de quienes solo desean practicar algún deporte.
El deporte es la llave para vencer los flagelos de la sociedad: desde el sedentarismo (1 de cada 10 chilenos hacen deporte), la obesidad y otros, pues sin duda ellos permitirían mejorar la calidad de vida de millones y reducirían los costos por enfermedades logrando una población más sana. Conclusión, las prioridades como siempre están en un rumbo equivocado.
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