En un debate muy entretenido se ha transformado la actitud de la colegiala que lanzó agua a la Ministra de Educación el día de ayer. Más interesante aún han sido las reacciones de los diversos sectores, para comentar, apoyar y repudiar esta situación que quisiera analizar brevemente como ciudadano.
La estudiantes han manifestado su impotencia hace ya bastante tiempo en virtud de la negativa de la autoridad, por definitivamente sino mejorar los patrones de la educación entregar señales de que la “participación” de la que se habla en los discursos, sea real y verdadera. Hay mucho joven en mi país que ve su futuro sin horizonte, no pocos jóvenes que sí están preocupados y atentos a lo que ocurre en su entorno, jóvenes que a su vez se han convertido en críticos constructivos pues ofrecen soluciones, muchas de ellas asertivas y otras también idílicas, pero lo relevante es que hacen sentir su participación y presencia en el sistema.
Estas actitudes sin duda se originan en la cotidianeidad de un hogar, ... hogar que cada día sabe más y más limitado su poder adquisitivo, viviendo la estrechez presupuestaria que tiene resultados en la calidad del vestir y de la alimentación fundamentalmente, ... hogar que vive quizás la ausencia de alguno de los padres, .... hogar que quizás vive la violencia familiar y por tanto cada integrante la tiene incorporada como natural en su desarrollo personal, .... se origina en el clima educacional de un colegio o liceo, .... colegio donde no son respetados los profesores, ... colegio donde los profesores quizás son de mala calidad cuestión que los alumnos notan y distinguen, .... colegio donde los propios alumnos no se respetan, .... colegio donde lo que se propone no es lo que se hace, .... todo esto sin mencionar los efectos de las llamadas tribus urbanas ... No pretendo exculpar a la joven estudiante por tomar un jarro con agua y lanzarle el contenido a la ministra ... pero nótese, ... ¡no le lanzó el jarro!. Para mí es una reacción instintiva, no premeditada ... pero que merece una excusa por parte de la adolescente.
La estudiantes han manifestado su impotencia hace ya bastante tiempo en virtud de la negativa de la autoridad, por definitivamente sino mejorar los patrones de la educación entregar señales de que la “participación” de la que se habla en los discursos, sea real y verdadera. Hay mucho joven en mi país que ve su futuro sin horizonte, no pocos jóvenes que sí están preocupados y atentos a lo que ocurre en su entorno, jóvenes que a su vez se han convertido en críticos constructivos pues ofrecen soluciones, muchas de ellas asertivas y otras también idílicas, pero lo relevante es que hacen sentir su participación y presencia en el sistema.
Estas actitudes sin duda se originan en la cotidianeidad de un hogar, ... hogar que cada día sabe más y más limitado su poder adquisitivo, viviendo la estrechez presupuestaria que tiene resultados en la calidad del vestir y de la alimentación fundamentalmente, ... hogar que vive quizás la ausencia de alguno de los padres, .... hogar que quizás vive la violencia familiar y por tanto cada integrante la tiene incorporada como natural en su desarrollo personal, .... se origina en el clima educacional de un colegio o liceo, .... colegio donde no son respetados los profesores, ... colegio donde los profesores quizás son de mala calidad cuestión que los alumnos notan y distinguen, .... colegio donde los propios alumnos no se respetan, .... colegio donde lo que se propone no es lo que se hace, .... todo esto sin mencionar los efectos de las llamadas tribus urbanas ... No pretendo exculpar a la joven estudiante por tomar un jarro con agua y lanzarle el contenido a la ministra ... pero nótese, ... ¡no le lanzó el jarro!. Para mí es una reacción instintiva, no premeditada ... pero que merece una excusa por parte de la adolescente.
A su vez la ministra debería también considerar las excusas (cuestión que jamás ha hecho), a todos los estudiantes que han sido golpeados, apaleados, apresados injustamente, intoxicados con gases, violentados y hasta abusados en su calidad de menores de edad por la fuerza pública, en todas aquellas ocasiones (que son bastantes) en que los estudiantes se han manifestado discordantes con las decisiones gubernamentales, en el ámbito de la precaria calidad de la educación que a diario reciben.
Todo esto precisamente en el día de la conmemoración de la Toma de la Bastilla (1789) inicio de la Revolución Francesa y comienzo del establecimiento de los Derechos Humanos ....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
siempre será bienvenido su aporte y comentario, gracias por su opinión