
A la luz de los desafortunados comentarios de este líder italiano sobre las mujeres, quisiera abordar brevemente mi perspectiva sobre este asunto. La cuestión genérica nos acompaña desde que en el vientre materno se determina nuestra calidad de varón o mujer, por tanto desde el comienzo de la vida existen ya diferencias, pero ellas serán notables en todo el transcurso de la vida. Uno de los valores fundamentales y me atrevo a calificarlo como básico en la existencia, es el respeto para con la mujer. Nuestra madre es mujer, la de nuestros hijos es mujer, en la cotidianeidad está la mujer.
La lucha entre géneros es estéril, pues las mujeres en la actualidad poseen facultades y derechos que las convierten en un segmento de poder demasiado relevante en todo ámbito y en el mundo. Por algo hoy en el cono sur latinoamericano, son dos las mujeres que lideran aquellas naciones. La alemana Angela Merkel, considerada por la Revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo es otro sencillo ejemplo, nótese poderosa no por defecto del dinero. Si nos situamos en la plano histórico y desmenuzamos los pasajes que de verdad impulsaron movimientos trascendentes, nos encontraremos siempre con la presencia de una mujer en los sucesos.
La mujer merece en principio y como principio, el respeto de todo hombre, ahora que si ese respeto va acompañado de admiración, tanto mejor. Ser macho no implica superioridad ni mucho menos suficiencia, pues desde que nacemos y hasta que morimos, será nuestro anhelo ser amados por una mujer.
La lucha entre géneros es estéril, pues las mujeres en la actualidad poseen facultades y derechos que las convierten en un segmento de poder demasiado relevante en todo ámbito y en el mundo. Por algo hoy en el cono sur latinoamericano, son dos las mujeres que lideran aquellas naciones. La alemana Angela Merkel, considerada por la Revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo es otro sencillo ejemplo, nótese poderosa no por defecto del dinero. Si nos situamos en la plano histórico y desmenuzamos los pasajes que de verdad impulsaron movimientos trascendentes, nos encontraremos siempre con la presencia de una mujer en los sucesos.
La mujer merece en principio y como principio, el respeto de todo hombre, ahora que si ese respeto va acompañado de admiración, tanto mejor. Ser macho no implica superioridad ni mucho menos suficiencia, pues desde que nacemos y hasta que morimos, será nuestro anhelo ser amados por una mujer.
Me gustaría ser hombre para que una opinión como esta me honrara como persona.
ResponderBorrarPero soy mujer y me quito el sombrero ante hombre que opinan y sienten como tú.
Un saludo.
solo creo interpretar a la gran mayoría de los hombres, quienes ven empañada la valoración y la admiración que señalo, con hechos desafortunados y lamentables también en contra de la mujer.
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