El día de ayer con mis hijos y mientras caminábamos de noche por el centro de Santiago (según fotos de Slid
e abajo), nos preguntábamos por la necesidad de los monumentos en una ciudad y cuál era la relevancia de aquellos en la vida de cada uno, la verdad me sorprendieron (como siempre) con s us respuestas y como siempre quisiera compartir algunas apreciaciones.La primera de ellas se basaba en que una ciudad no es tal si no posee elementos que le recordaran sus raices y su pasado histórico, es así como entonces conocemos de la Torre Eiffel, el Arco de Triunfo y el Louvre en París, de la Torre de Pisa y la ciudad de Venecia en Italia, ... de la Catedral de Colonia y los restos del Muro de Berlín en Alemania, el Obelisco y la Casa Rosada en Buenos Aires, ... el Pan de Azucar en Brasil, ... la estatua de la Libertad en Nueva York, el Big Ben y el Escorial de Londres, ... y así son interminables ... pero esos son precisamente aquellos lugares que visitamos o visitaremos antes que ningún otro, cuando nos encontremos en esas ciudades. Análogamente es como una foto familiar colocada en un sitial importante del hogar, si alguna vez alguien nos visita, de seguro le llamará la
atención ver aquella foto familiar y de algún modo satisfacer su curiosidad por conocer a los miembros de la familia, ... los momumentos y los lugares históricos muchos de ellos con recuerdos dolorosos, deben necesariamente ser conservados para la posteridad y para la historia de aquellas generaciones que jamás conoceremos pero cuyas raices nosotros estamos forjando hoy ... como esa foto o ese recuerdo íntimo y personal que atesoramos y que solo nos sirve y nos recuerda a cada cual ... su significado y simbolismo propio ...
Su reflexión, amigo mío, me hacer pensar en dos situaciones realmente importantes. La primera, el recordarme cuán valioso es conversar con mis niños, sin importar su edad. Ellos, como ud dice, nos sorprenden con sus respuestas, como cuándo sin aviso o tema aparente nos hablan de la muerte, del significado de la vida, de lo importante que los aprobemos y queramos. Pero eso necesita el estar atentos. Sé que la mayoría de los padres están en ello, pero me pasa que, por mis actividades, e incluso por la rutina: colegio, turnos, comida, tareas, higiene, muchas veces no me he dado el tiempo para conversar, realmente atenta, con ellos. Le hecho la culpa a la cantidad, "¡ Son cinco! Imposible tanta atención" Pero sé que es una excusa, pues el tiempo y la calidad de atención que no le he dado a cada uno, son momentos preciosos que me he perdido.
ResponderBorrarGracias por recordar y afirmar esta idea tan básica, pero que a veces olvido.
La segunda reflexión tiene que ver con su tema central, los monumentos. Y como muy bien lo dice, son historia y raíz. Cada uno de los que vemos a diario, los "oficiales" por así decirlo: La Virgen del Cerro San Cristóbal, El Palacio de la Moneda, El Parque Forestal, etc, etc.. nos recuerdan nuestra hidentidad. Al verlos, sobretodo cuando por algun motivo no estamos en nuestra ciudad y país, nos recuerdan de dónde somos parte. Identificarnos, sentirnos dentro de un grupo, nos ayuda a reafirmarnos y tener más incentivos. Más aun cuándo existe incluso una identidad más fuerte que la nacional. Me refiero a la conciencia de pertenecer a una familia, con ciertas características y elementos que la hacen única, y ella, por tener espacio, tiempo y población, también tiene sus monumentos y memoriales, como aque pesebre que era de la abuela y ahora está en mi casa, o la colección de campanas, de todas clases y lugares que tanto amaba mi mamá y ahora guarda mi hermana; como también las fotografías con multimedia que guardo en mi cerebro, por ejemplo el nacimiento de cada uno de mis hijos, el dolor de ver a mi hijo fracturado en una camilla de hospital y la emoción que sentí cuándo él, con sólo 6 años, quizo rezar por aquel muchacho imprudente que lo atropelló.
Amigo.. parece que su reflexión me ha puesto muy "locuaz".. es que sólo la historia nos explica quienes somos hoy, y son los monumentos quienes nos recuerdan el camino trazado.
Saludos
Alejandro,me gusto la analogia que haces sodre los monumentos y las fotos familiares ;que mejor manera de mostrar e interesar a otros sobre nuestra vida ,nuestras costumbres ,y los momentos felices que estos significaron ...y en relacion a los pequeños tenemos mucho que aprender de ellos,ojala todos pudiesemos poner atencion a sus reflexines y respuestas ,en su simpleza esta la verdad absoluta de la vida ;la que con el correr de los años vamos perdiendo...seguro que mientras mas nos detengamos a mirar los monumentos y el conocer sobre su historia menos perderemos nuestra relaciion con la madre tierra ...son parte de nuestras raices ,nuestra idiosincracia,nuestros anhelos,en fin son como las fotos instantes de nuestra vida .- saludos colega .-
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